Esta técnica, de rejuvenecimiento facial, consiste en aplicar una serie de pulsos de luz que alcanzan temperaturas suficientemente elevadas para penetrar bajo la piel y combatir las diferentes lesiones a tratar de manera muy efectiva, sin afectar a los tejidos circundantes (fototermólisis selectiva).
EN QUÉ CONSISTE EN TRATAMIENTO IPL
Mediante la aplicación de distintos pulsos de luz intensa, conseguimos una asombrosa regeneración de la piel, a lo que tenemos que sumar importante producción de colágeno. De esta manera eliminamos la piel dañada dando paso a una piel nueva que nos aporta un aspecto saludable y rejuvenecido.
Este tratamiento de luz pulsada intensa mejora, de una manera asombrosa: las arrugas finas, cuperiosis, rojeces difusas, manchas solares y el tamaño de los poros de nuestra piel.
ANTES Y DESPUÉS DEL TRATAMIENTO CON IPL
Nuestro equipo de profesionales IEMEC se encargará de estudiar tu caso de manera personalizada, con el fin de establecer el número de sesiones necesario y las zonas a tratar para garantizar los mejores resultados.
Normalmente se necesitan entre 3 y 5 sesiones, con un periodo de descanso entre ellas de unos 20-30 días aproximadamente.
Después de la aplicación del tratamiento, pueden aparecer una serie de rojeces o ligera hinchazón de la zona tratada, que dará paso a una serie de costras que debemos dejar que caigan solas en los 7 a 14 días siguientes.
Nuestra piel se volverá más suave y adquirirá un tono uniforme.
Después de cada sesión podremos observar una clara disminución progresiva de nuestras imperfeciones, hasta lograr alcanzar el efecto deseado.
Para garantizar y mantener ese aspecto óptimo de nuestra piel será necesaria, al menos, la aplicación de una sesión anual.
Este tratamiento no requiere un tipo de preparación específico, además de acudir con la piel limpia. Después de recibirlo podrás incorporarte a tu vida cotidiana de manera inmediata, siguiendo siempre las pautas y recomendaciones necesarias para garantizar los efectos óptimos del IPL.
