Es un tratamiento que combate de manera muy eficaz la celulitis, la grasa localizada, las estrías, cicatrices y arrugas entre otras cosas. Es el tratamiento perfecto para aquellas personas que no consiguen deshacerse de esa incómoda grasa localizada. Si además combinamos la carboxiterapia con una dieta saludable y ejercicio, garantizamos que los resultados serán realmente extraordinarios.
Las primeras intervenciones de esta técnica fueron realizadas con fines estrictamente médicos, y más concretamente en la especialidad de cardiología. Por lo que podemos garantizar que es una técnica totalmente segura.
EN QUÉ CONSISTE LA CARBOXITERAPIA
Es una técnica mediante la que infiltramos al paciente una serie de microinyecciones de CO2 a nivel subcutáneo y nivel adiposo, logrando así que las diferentes capas de la piel se separen, dejando espacio para una buena oxigenación y renovación circulatoria de la zona.
El CO2 es un gas que nuestro cuerpo expulsa, de manera natural, mediante la respiración. Y que ayuda a nuestro organismo a segregar neurotransmisores que mejoran la circulación sanguínea, consiguiendo que los tejidos subcutáneos se relajen, dando paso a una dilatación vascular.
Nada más ser inyectado, una parte quedará adherida a la grasa, mientras que el resto viajará al torrente sanguíneo provocando la generación de oxígeno y aumentando el riego sanguíneo de la zona
ANTES Y DESPUÉS DE LA CARBOXITERAPIA
Al tratarse de una intervención no quirúrgica, no es necesaria ninguna preparación previa.
Para empezar, nuestro equipo de profesionales IEMEC se encargará de evaluar tu caso y de diseñar tu tratamiento, de manera totalmente personalizada, atendiendo así a cubrir las necesidades concretas de cada paciente.
Una vez hecho el estudio de tu caso, se establecerán el número de sesiones necesarias para obtener los efectos deseados, y el periodo de descanso entre una y otra. La duración de cada sesión depende de la intensidad del problema a tratar y oscilan entre los 20 y 30 minutos.